
Estas muestras tempranas de agresividad irán desapareciendo a medida que aprenda a hablar. Pero, hasta entonces, los niños deben utilizar otra forma de mostrar su enfado o su desacuerdo. ¿Cómo debemos reaccionar cuando nuestro hijo pega a otro niño? Descubre algunas fórmulas para que el pequeño deje de lado esa mala costumbre.
Da ejemplo
Darle en la manita o en el pañal cuando arremete contra otro niño es contraproducente porque le llegan dos mensajes contradictorios: no se agrede a los demás, pero mis padres sí lo hacen conmigo.
Elogia su buen comportamiento
Igual que le llamas la atención cuando pega, debes subrayar su buen comportamiento: los elogios le estimulan y le ayudan a diferenciar lo que está bien de lo que está mal.
Fija límites
Desde pequeñitos, los niños deben aprender que los problemas se pueden solucionar hablando. Es bueno explicarle qué hace mal con frases sencillas como «haces daño» o «no se pega». Quizá tarde aún unos meses en comprender su significado, pero sí entiende que no apruebas su actuación.
No le descalifiques
Evita decirle frases del tipo «eres muy malo» o «ya no te quiero», porque cualquier niño de su edad necesita el amor incondicional de sus padres. Si se siente avergonzado, es muy probable que aumente su enfado y no quiera colaborar.
Distrae su atención
Sin tenerle aislado, conviene retirarle del conflicto y animarle a cambiar de juego. Es muy probable que olvide rápidamente el motivo de su disgusto y se entusiasme con la nueva actividad.
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